En este mundo que nos ha tocado vivir, si uno no tiene su propio blog, chatea con sus amigos o, simplemente, navega por Internet, se encuentra, dicho sea utilizando un símil futbolero, “en fuera de juego”. Sin embargo, la tónica general consiste en admitir que esta expresión va dirigida a la gente de las nuevas generaciones, a los jóvenes, pero es un hecho incontrovertible, que somos cada vez más los mayores, y cuando digo mayores me estoy refiriendo a las personas que hemos superado la cincuentena, que no nos resistimos a permanecer al margen de los progresos de la ciencia, y nos lanzamos con desparpajo y algo de osadía por ese mundo maravilloso que es la red de redes o Web que, en mi modesta opinión, es como tener en tu propia casa una ventana abierta desde la cual poder contemplar cualquier faceta del conocimiento humano, sin olvidar el acceso a servicios necesarios para el cotidiano desenvolvimiento de nuestra vida.
Sin embargo, lo de tener mi propio blog, ya es harina de otro costal, pues nunca se me hubiera ocurrido acometer tamaña aventura. Pero tengo una hija muy adicta a estas cosas, y que me disculpe por lo de adicta, pues quizás estaría mejor emplear el término “fiel”, que aprovechando su estancia en casa estas navidades, me diseñó este blog personal, el cual trataré de mantener actualizado con nuevas entradas periódicas en las que plasmaré mis puntos de vista e impresiones sobre hechos que a mi juicio merezcan una atención puntual.
Un blog pudiera decirse que es, o yo al menos lo veo así, como el diario en el que expresas tus inquietudes, preocupaciones, sentimientos, etc., acerca de lo que acontece al rededor de tu existencia. Por eso un diario resulta algo íntimo que guardas bajo llave, como si del testamento de tu vida se tratara, y que solo podrá ser conocido cuando tu lo decidas o ya no estés. Pero un blog no es patrimonio exclusivo de quien lo escribe, sino que está expuesto a la curiosidad de cualquier cibernauta que desee acceder a su contenido y, además, puede hacer el comentario o crítica que considere oportuno. Estas son las reglas que hay que aceptar. Que a mi juicio tienen una ventaja: expresamos cosas y recibimos el Feedback o retroalimentación de nuestros lectores, lo que sin duda nos enriquecerá.
miércoles, 26 de diciembre de 2007
lunes, 24 de diciembre de 2007
INSTANTES
Jorge Luis Borges
Instantes
Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas,
nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas
que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás
trataría de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos
que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir,
viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
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